El tercer artículo lleva el título de mi entrada del blog: La filosofía del:" pienso, luego tuiteo". Me gusta mucho el enfoque positivo que da al uso de las nuevas tecnologías y de las redes sociales afirmando que no tienen por qué estar reñidas con la cultura; se aunan así las tradiciones del pasado con los formatos del presente. Parece ser que está de moda poner en tuiter aforismos de los más famosos autores como ejemplo de escritura (de la buena) concentrada. Esto demuestra que grandes frases que han pasado a la historia podrían perfectamente incluirse en el tuiter, ya que muchas de ellas tienen menos de 140 carácteres.
También hace referencia al mundo del blog y a determinados blogs de escritores famosos que concentran en 100 palabras reflexiones sobre lo que sucede a nuestro alrededor, como por ejemplo las Microrréplicas de Andrés Neuman (si no habéis leido El viajero del siglo hacedlo, es una novela muy entretenida, bien escrita y ¡para humanistas!!). Desde aquí os hago una propuesta: colguemos en el tuiter cada uno uno de nuestros aforismos favoritos y contribuyamos un poco a esa macrodifusión de la microcultura. La mía ya está en tuiter y es de Emile Ciorán.

¡Gracias Olga, por incentivarnos a frasear!Y es que al igual que un tweet, nuestras vidas se recogen en pequeños instantes que son a su vez pequeñas frases, simples palabras que en sí concentran un gran valor. No veamos sólo en twitter una herramienta limitada por 140 caracteres, sino como dice el Profesor Antonio Rodriguez de las Heras, un elemento desplegable.
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