Es el eslogan de un anuncio que ha salido en Thailandia para animar a todos a desconectar los móviles, para ayudarnos a saber cuándo debemos apagarlos y dejarlos de lado para centrarnos en lo que verdaderamente importa; estar conectados con todo lo que nos rodea.
Como veréis, en el anuncio la imágenes nos relatan que, de lo que se trata, al fin y al cabo, es de encontrar la conexión pero, no solamente la digital, sino, principalmente la humana. Estar conectado, unido, en sintonía con aquellos que amas y que se preocupan por ti, con los que te necesitan en ese momento concreto de sus vidas. Estar conectado a "los otros", a "los nuestros", para no perdernos la vida mirando a una pantalla. Mirar, apreciar, vivir lo que tenemos ante nuestros ojos y podemos tocar, acariciar, oler, respirar, y dejar un poco al márgen lo que está al otro lado del espejo.
Como veréis, en el anuncio la imágenes nos relatan que, de lo que se trata, al fin y al cabo, es de encontrar la conexión pero, no solamente la digital, sino, principalmente la humana. Estar conectado, unido, en sintonía con aquellos que amas y que se preocupan por ti, con los que te necesitan en ese momento concreto de sus vidas. Estar conectado a "los otros", a "los nuestros", para no perdernos la vida mirando a una pantalla. Mirar, apreciar, vivir lo que tenemos ante nuestros ojos y podemos tocar, acariciar, oler, respirar, y dejar un poco al márgen lo que está al otro lado del espejo.
Sin duda Olga como muy bien apuntas la conexión entre personas a través de la tecnología tiene este doble rasero. Abusar de la conexión puede llevarte a un cierto aislamiento con lo que te rodea, a la vez que sólo tener contactos físicos puede limitar tus posibilidades de interracción a mayor escala. Hay que cuidar nuestro equilibrio, no es bueno ni ser tecno-adictos ni ser tecno-cavernícolas.
ResponderEliminar¿pero quién es equilibrado Jaime? La verdad es que encontrar el punto medio es bastante complicado, pero creo que a través de una buena educación los niños tendrán que aprender a no ser niños-máquinas, sino a relacionarse y beneficiarse de la tecnología en lo que es estrictamente necesario... el caso es aprender a usar lo que nos rodea sin obsesionarse.
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